"Varias veces así lo hizo. Me tocó ver al perrito cuando de pronto, junto a la tumba, empezaba a mover su cola y tirarse boca abajo como si alguien lo estuviera acariciando, sólo de verlo se erizaba la piel, ya que a lo mejor desde el más allá su dueño le estaba haciendo cariños. Por eso siempre creo que muchos animales son capaces de ver a las almas".
—Velador: “He visto a un niño y a un futbolista que andan por ahí; el niño anda pasando jugando y pues yo lo veo como si fuera una persona, pero ya no me da miedo. Algunas de éstas apariciones son más que sorprendentes y el futbolista sí, ese al principio lo veía que andaba corriendo y corriendo, y éste ¿qué trae o qué? Iba yo y lo seguía, pero se me desaparecía... No lo alcanzaba, se me desaparecía de aquel lado".
—Velador: “El otro día a mí y a un compañero como a las 9:30 pm nos asustó como una especie de bruja, pero no nos arrimamos, nomás la vimos que se paró, nada más y nos venimos para acá. También una vez una señora vestida de blanco, también la vi, y pos también se me desaparecía, la seguía y la seguía, y nunca la alcanzaba”.
—Velador: “En las noches con luna llena se para un hombre. Se ve transparente y no se le ven los pies, pero hasta ahora sólo lo he visto en cinco ocasiones y eso porque brilla con la luz de la luna. Yo me asomé el primer día que lo vi, hace ya como 20 años, y pues uno era más joven y cuando le grite qué hacía ahí, pues como que se echó a correr pero no lo volví a ver. Busqué sus huellas con mi lámpara pero no las encontré”.
“Hay otro sepulcro donde su ocupante sale durante las noches, pero ese no se queda quieto, ese corre por todo el panteón y visita varias tumbas, yo creo que fueron sus amigos, porque va de tumba en tumba como parándose a platicar. Tal vez las recorre para saber quién más ha sido enterrado, pero de ese muertito no sé dónde esté enterrado porque sólo lo he visto correr por todos los pasillos”.
—Velador: “En los días que la luna no alumbra las tumbas, se puede ver el reflejo de una mujer que camina por el panteón. Se la pasa caminando, pero no hace ruido, hasta parece que trae un vestido blanco, pero nadie le ha visto los pies. Yo la vi un día que me tocó hacer la guardia como velador del panteón, es alta, y tiene el cabello negro, pero no dice nada, sólo se la pasa caminando, pero cuando se encuentra con otra muertita que también sale ahí, desaparecen”.
—Guillermo Llinas Salinas, trabajador del anterior Panteón General de Veracruz (ahora Reino Mágico) y actual velador del Panteón Municipal (Volcanes):
“Si un muerto te persigue hay que ir a su tumba y hablarle con groserías; mentarle la madre hasta que te deje de molestar. Al principio me daba temor escuchar los ruidos que se oyen por las noches, pero al cabo del tiempo me acostumbré”.
“En el panteón se ven y se escuchan cosas extrañas, sobre todo por las noches. Se oyen ruidos, en el baño le jalan la cadena, se oye que andan barriendo, vas caminando y se oye que van atrás de ti y no es nadie. A las 9:00 de la noche no pero en el día puedes andar por allá cuando está solito y se oye, allá en la oficina si hasta las puertas la cierran y muchas personas no creen. Le platicas a una persona que está más grande y te dicen que es el diablo, pero yo sí creo”.
“Yo no creía en fantasmas hasta que en una ocasión limpié el cuerpo de una mujer en el antiguo panteón y ese espíritu me siguió por varios meses. Eso me pasó por ahí del año 77. Desenterraron a una mujer para violarla en el año 77, en donde está ahora el Reino Mágico; ella se murió un sábado, la enterramos el domingo y el lunes la encontramos afuera con las piernas arriba. Cuando yo llegué estaban judiciales y todo y la familia era de escasos recursos, y dijeron que hay que sacarla, la saqué, estaba llena de tierra y fui a buscar agua y la bañé”.
“Desde entones el fantasma de la muerta me siguió, incluso cuando me pude deshacer de ella antes de partir, gritó tres veces mi nombre. Cuando se te pega un espíritu sientes que te duele el cerebro y volteas y sientes clarito que viene otra persona. El problema es que hay que ir a decirle sus cosas a la sepultura, pura grosería, y yo fui, pero allá en aquel panteón estaba bien feo, puras lomas. Cuando yo fui a decirle sus cosas y a caminar en cruz arriba de la sepultura, cuando llegué a la cabeza para decirle vete a la buena, me habló, me citó tres veces”.
“También en ese panteón, antes de ser el parque Reino Mágico, aquel panteón eran lomas y bajadas y subidas, no nos veíamos porque eran lomas y una vez fui al pozo como a las 9 de la noche, iba yo a lavarme la cara cuando vi unas mantas blancas que venían, como sábanas que venían sobre el aire y venían sobre mí, no me dio miedo pero me quedé sorprendido y las sábanas se metieron en una tumba que estaba enfrente de mí”.
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